-La primera pregunta de rigor tiene que ser la tópica y típica, ¿quién eres y de que se trata tu libro “Por un paquete de Celtas“?
Soy alguien que siempre se ha sentido impulsado a escribir, que me gusta escribir y escribo. Una afición que compatibilizo con otras y con mi trabajo.
“Por un paquete de Celtas” es un libro de quince relatos que indagan en la condición humana y en los distintos tipos de violencia en nuestra sociedad. Comienza por la violencia de género, vista desde todas las perspectivas y todos los puntos de vista, se extiende a la violencia doméstica y cualquier tipo de violencia en el ámbito familiar, y también se tratan otros tipos de violencia, convirtiéndose así en conjunto en un alegato contra la violencia. Después se tratan temas tan variados como maltrato animal, naturaleza, crisis, explotación infantil, reflexiones sobre el paso del tiempo y el regreso del pasado, tradición y costumbrismo, guerra civil y memoria histórica. Convirtiéndose en una oferta muy amplia. De una lectura directa, precisa y contundente. Son historias narradas y contadas.
-Su libro tiene 15 relatos cortos, ¿cuál es ese hijo mimado de estos 15 relatos, ese relato que recomendarías a una persona que esta en duda leerse el libro para que le de una oportunidad a los otros 14 relatos?
Todos los relatos son recomendables porque individualmente aportan algo y lanzan un mensaje. Pero mi relato preferido es “el lechero”, un personaje entrañable al que le cogí cariño, una historia que transcurre a lo largo de muchos años y que le veo su encanto.
- “Por un paquete de celtas“ fue el ganador de X” Premio Internacional Vivendia-Villiers de relato”, donde estuviste competiendo con 128 relatos de 15 países diferentes ¿Como te sentiste en aquel momento y que ha significado tanto a nivel personal y como profesional este reconocimiento?
Pues te lo puedes imaginar, aquel momento fue un subidón, una gran satisfacción que se me reconociera de esa manera un trabajo, algo que me decía que merecía la pena escribir y que no debía de hacerlo mal. Fue inesperado y por sorpresa, yo no le tenía fe a los certámenes, y esto me sorprendió. Ha significado un antes y un después, y ha cambiado mi forma de ver las cosas al pensar que un jurado haya valorado este conjunto de relatos y premiado entre tantas obras de tantos países.
-En sus 15 relatos cuentas problemáticas reales de la sociedad sin ningún tipo de censura o florituras; violencia de género, violencia y abandono familiar, maltrato animal, drogas, alcoholismo, denuncias falsas….. ¿que les diría a todas esas personas que siguen generando odio y violencia ya sea por los motivos que sean lo mismo en pleno 2021 en todas las partes del mundo?
Que la violencia no lleva a ninguna parte ni se consigue nada bueno con ella, que la violencia no es el camino, que el odio solo tiene como respuesta odio, que el revanchismo puede crear un círculo sin fin, y que con la violencia no hay ganador ni perdedor sino que al final todos perdemos. Que piensen, que razonen y que no se estanquen en posiciones extremas. Que lean, se culturicen y conozcan bien la historia para no repetirla. Que nadie es de nadie, que cada cual debe tener libertad en su terreno, y que no se le puede imponer a nadie ninguna voluntad ajena a la suya. Y la que tolerancia y el respeto son los progenitores de la paz.
-Como hemos dicho, en “Por un paquete de celtas” el “terror es muy real", circunstancias que desgraciadamente siguen pasando por todo el mundo.... En estos tiempos de la cultura de lo políticamente correcto y de los ofendidos profesionales que limitan bajo sus criterio las fronteras de la censura ¿Has tenido algún problema o mal comentario por escribir situaciones tan delicadas? ¿que le dirías a esa gente que quiere censurar? ¿y sobre todo hacerla entender que es vital para el desarrollo de trama y personajes?
Pues, es curioso, de momento nadie ha tratado de censurarlo. He tratado de ser respetuoso ante un tema tan complejo, por eso lo he tratado desde todos los perfiles y todos los puntos de vista. No dejo de lado esta terrible lacra que es la violencia machista, que ha dejado tantas víctimas en los últimos años, pero pongo también en evidencia las situaciones injustas que se han estado produciendo tratando de combatir y erradicar la violencia de género, situaciones que son silenciadas porque exponerlas quizás no sea políticamente correcto, y es que puedo asegurar que ha habido muchas personas que yo diría que no tienen nada que ver con la violencia de género y que han pagado el rigor de esta ley de medidas de protección integral que pretende combatirla. Por eso trato de lanzar un punto de reflexión, y reflejar que las mujeres no son las únicas víctimas de la violencia en el ámbito familiar. La casuística es muy amplia, y es importante que se conozca todo y se vea todo para que sean finalmente los lectores y lectoras quienes juzguen y saquen sus conclusiones.
A la gente que quiere censurar y que se ofende por menos de nada, les diría que primero leyeran las historias y conocieran el fondo, y que después juzguen. Que no es bueno frustrar tanto. Y que es bueno conocer y ver por todas las caras.
Evidentemente en este caso a los relatos no se les puede quitar la crudeza que entraña la realidad, es vital para el desarrollo de los personajes y el mensaje que transmiten.
-La mayoría de estos 15 relatos son hiperrealistas, situaciones que le han podido pasar, tanto directamente como indirectamente a muchos de los lectores en algún momento de su vida, a ser funcionario al servicio de la Administración de Justicia, ¿has usado casos reales de inspiración para el desarrollo de tus relatos?.
No puedo negar que mi trabajo ha sido una fuente muy importante de información y de inspiración, ni que algunos de los relatos que componen este libro han podido partir de casos reales dándoles el cambio, la mezcla y la inventiva que los convierte en ficción.
-El título del libro es el mismo que el primero de los relatos, ¿porque ese título en concreto?, ya que es tan ambiguo que esta que no lees el relato no entiendes el significado real del titulo.
Suele ocurrir con cierta frecuencia que en los libros de relatos el título del primero de ellos sea el que le dé nombre al libro, yo creo que es el eje que da pie al resto de relatos, partiendo de la violencia de género para extenderse relato tras relato a la temática tan variada que abarca el libro. El título viene por aquel tópico de quien fue a por tabaco y no volvió. Se trata en este caso de la historia de un chaval de dieciséis años al que, por aquella primera mitad de los años ochenta, su padre lo envía de muy malas maneras a que le trajera un “paquete de celtas”, unos cigarrillos de tabaco negro que se solían fumar mucho en aquella época, a la vuelta le pega y le dice que los quería sin boquilla, los llamados celtas cortos, y lo hace volver, pero el chaval no vuelve al estanco y tampoco a su casa, huye del ambiente de violencia que vivía en su casa cansado de ver a este hombre maltratar a su madre, a él y a sus hermanos. Porque aquel paquete de celtas cambió su vida, en aquel alarde de valentía y de rebelión. De ahí el título.
-Como pregunta de mera curiosidad, ¿Has pensado en hacer alguna versión larga como novela independiente de algunos de los 15 relatos?
Aún no me lo he planteado, pero no lo descarto y creo que sería interesante. Pues hay relatos que creo que dan para una buena novela.
-Según en mi opinión el relato más detallado y con una historia más compleja es el “El lechero”, ¿por qué ese mimo tan especial a dicho relato?
Porque es un relato especial, experimental, creo que el más largo del libro. Una historia que transcurre a lo largo de muchos años y que bien se podía haber desarrollado en una novela. El personaje surge por aquel recuerdo de los lecheros que durante la década de los setenta y principios de los ochenta iban repartiendo leche recién ordeñada a domicilio. Pequeños ganaderos. El recuerdo de uno de aquellos me dio pie a crear esta historia. Creando a un personaje tímido, al que le roban su infancia y su adolescencia con una vida esclavizada, y cómo después cae en las garras de una mujer dominante. Ideal para reflejar primeramente la explotación infantil y después las situaciones injustas que se están produciendo con muchos hombres inocentes tratando de combatir y erradicar la violencia de género, pasando por el cambio de los tiempos, las circunstancias, y los avatares de la vida. Este personaje me despertó cierto cariño. Curiosamente, paseando, desde lo alto de una colina y divisando una casa de labor con explotación ganadera me dio una idea para el final. Es una historia que en el momento de terminarla me dejó la corazonada y la satisfacción de que me había salido bien, y los lectores y lectoras lo han confirmado.
-Tiene publicadas otros dos novelas, “Aracil” y “Hay cosas que tiran mas” donde nos cuentas más lacras sociales; como son el acoso escolar y violencia de género, ¿se considera un escritor de crítica social?
En cierto modo sí, aunque toco otros géneros. Pero trato mediante la literatura denunciar situaciones injustas que se producen, que veo, que palpo, y que en algún momento he sufrido. En otros tiempos hubieron escritores como Vicente Blasco Ibáñez o Víctor Hugo, que denunciaron la injusticia social de su época. Y creo que es necesario poner en relieve problemas de la sociedad de hoy y situaciones en las que se ven muchas personas, para dar un punto de reflexión.
-¿Escribiste los 15 relatos de forma independiente y después lo recopilaste o tuviste en la cabeza que siempre iban a formar parte de una antología?
Los relatos se van escribiendo individualmente a lo largo de tiempo, y llega el momento de plantearse el recopilarlos y publicarlos en un libro. Pero en este caso me di cuenta después que los relatos que componían este libro tenían un elemento común, la violencia, aunque eran variados y de distintos temas todos parecían tener como una conexión. El orden de los relatos se lo di intuitivamente, y creo que fue perfecto.
-Como hemos dicho antes, eres funcionario al servicio de la Administración de Justicia, ¿algún caso especialmente delicado o desagradable que tuviste que pasar, y que enseñanzas darías a raíz de ese caso?
Ninguno en concreto, sino todos en común. Llevo muchos años trabajando en juzgados y tribunales, he visto y oído mucho como silencioso espectador, o como el comodín que transcribe. Para más inri llevo años en un juzgado con competencias compartidas en violencia sobre la mujer. He oído en declaración a muchas personas, he visto situaciones feas, he visto cosas, y todo se queda. Además, hace diez años viví una situación injusta y terrible en lo personal que me demostró que cualquier hombre, por su única condición de hombre, puede verse afectado por la ley que pretende combatir o erradicar la violencia de género, aunque no sea violento ni maltratador. A veces la escritura ha sido mi desahogo, y así tengo muchas cosas inéditas y que no sé si publicaré alguna vez. Y en este caso, algunos relatos son el fruto de todo esto.
- ¿Cuándo fue tu primer libro publicado? ¿Como ha cambiado la realidad del mundo literario en estos años?
Siempre me he sentido impulsado a escribir, a los dieciocho años ya escribía una primera novela que a fecha de hoy sigue inédita. A lo largo de muchos años escribí cuatro novelas y muchos cuentos y relatos breves que iban surgiendo esporádicamente, aparte de muchos textos que perdí. Escribía porque me salía, sin tópicos. Pero no me preocupaba de publicar. Lo que escribía no pasaba de un pequeño círculo de amigos y familiares. Se quedaba la participación en algún certamen de relato o de novela corta, y algún vano intento en alguna editorial. Así que no fue hasta finales de 2013 cuando vio la luz mi novela HAY COSAS QUE TIRAN MÁS, no era la primera que escribía, pero sí que era la primera que publicaba. Esto cambió mi vida y mis circunstancias. A partir de ahí todo fue en consecuencia. Tenía mucho material escrito, pero el ver una novela publicada y sentir la aceptación del público me impulsaba a escribir más y en barajar la posibilidad de publicar de lo mucho que tenía escrito. Así que en 2015 salió publicado mi libro CUENTOS, LEYENDAS, VIVENCIAS E HISTORIAS DE MIEDO, un libro de relatos en los que el miedo psicológico era el protagonista y donde también se daba cabida a vivencias personales de la juventud y a leyendas rescatadas de la memoria de los mayores, un libro que gustó mucho y que me estoy planteando reeditar. Así que al año siguiente salió publicado otro libro de relatos escritos a lo largo de muchos años, el cual llevó por título MUCHO MÁS QUE UN SUEÑO, y el mismo año, casi a la vez salió publicada ARACIL, una novela sobre el acoso escolar y un regreso a los años ochenta. Y comencé a participar en antologías con varios autores. Hasta que en me encontré con el Premio Internacional Vivendia Villiers de relatos que dio pie a la publicación de POR UN PAQUETE DE CELTAS.
-¿Que consejo le darías a alguien que es novato en este mundo y quisiera publicar de manera tradicional?
Que no se corte, que no se desanime y que siga adelante. Merece la pena. Pese a los reveses que puede dar el mundo editorial, la cantidad de títulos que se publican cada año y la dificultad de llegar a muchos lectores, es una gran satisfacción ver el libro publicado y más satisfacción sentir que le ha llegado al público y ha hecho su efecto. Que siempre está el recurso de la auto publicación, pero además hay muchas editoriales que pueden brindar un abrigo, un refugio, y un amparo. Y que probando y viviendo experiencias se aprende.
-¿Teniendo usted una carrera literaria publicada de manera tradicional, que opinas de esa nueva generación de escritores de Wattpaad que consiguen publicar de manera tradicional solamente por su nombre más que por su calidad? Sea cual sea su respuesta me gustaría que nos dijese algún consejo o unas palabras para esta generación de escritores “influencers” y derivados (como puede ser un servidor, aunque no me considero) y otras palabras para esas personas de una generación que le ha pillado esto fuera de su compresión y no entienden este fenómeno.
Que cada cual hace lo que puede y como puede. Lo que veo injusto es que un autor venda mucho solo por su nombre, y que la gente compre sólo por el nombre, cuando hay muchas obras buenísimas, que merecen la pena ser leídas y conocidas, y que se quedan en el camino porque el autor es poco conocido.
Los “influencers” son todo un fenómeno novedoso. Y tienen muy buena herramienta para difundir sus obras. Aunque muchas personas no terminan de entender este fenómeno. Creo que hay que adaptarse al cambio de los tiempos y buscar nuevas fórmulas para llegar a la gente.
-Como última pregunta, “Por un paquete de Celtas“.” esta recibiendo multitud de halagos, ¿como se siente con tales halagos? ¿Unas palabras para todos los que hemos disfrutado y admiramos esta novela?, ¿y otras para aquellas personas que están en duda en leer su libro?
Respecto a los halagos me siento contento y satisfecho de haber calado en los lectores y haberles transmitido el mensaje que lleva cada uno de los relatos.
A todos los que han disfrutado con el libro y les ha gustado, gracias y mil gracias por leerlo. Que me siento muy contento de que les haya gustado y les hayan llegado las quince historias. Y que si les ha gustado así, y han entendido el mensaje de los relatos, que lo recomienden y lo difundan para hacerlo llegar a más gente.
Y a las personas que dudan en leer el libro decirles que se atrevan, que en vista de lo que dicen quienes lo han leído no se arrepentirán, y que aunque parezca un libro duro siempre deja un mensaje de anhelo y esperanza, deja un buen sabor, un punto de reflexión y alguna moraleja. Que los relatos pueden resultar terapéuticos para algunos y reveladores para la mayoría. Que es un libro que se lee muy bien, de una lectura muy directa, clara, sencilla y contundente. Que tiene una temática muy variada y que es al menos entretenido.
Muchas gracias Juan por su tiempo y en concederme esta entrevista.
Muchas gracias a ti por esta entrevista.
Comentarios
Publicar un comentario