Carmela Trujillo nació en 1966 en Talayuela (Cáceres) y ha residido toda su vida en Sabadell (Barcelona), aunque desde hace unos años también está en Logroño (La Rioja). Es licenciada en Filosofía y Ciencias de la Educación y tiene 23 libros publicados (algunos traducidos al catalán, valenciano y euskera).
“Guardando las apariencias” es su novela más reciente, está publicada por Torre de Lis y en ella nos habla de la vida de Cándida Pizarro, una ficticia modista extremeña que emigró a Madrid a principios de los años 70 para abrir un taller de costura y que consiguió, con el paso del tiempo, destacar en la moda nupcial internacional.
-Mientras leía su libro, me daba la impresión de estar leyendo más una biografía que una historia de ficción.
Claro, de eso se trata: el lector tiene que tener la sensación de estar leyendo algo real. Es algo que intento siempre, porque es una manera de hacerle cómplice. Por la manera de mostrar una historia, por la manera de plantearla, debe existir la posibilidad de credibilidad. Es la magia de la escritura, tal y como dijo Cornelia Funke, la autora de “Corazón de tinta” (ella opinaba que lo más parecido a la magia era escribir).
-¿Se basó en alguien real para construir el personaje de Cándida o de algunos de los demás personajes?
En principio, no, porque estaba más interesada en crear el ambiente de todos esos años en los que Cándida vivió. Si te das cuenta, no hago descripciones de cómo son los personajes, solo pinceladas, y prefiero que sea el lector el que se apropie de ellos. Sin embargo, dejé que la chispa de ciertos recuerdos o conversaciones que oí cuando era pequeña se colaran en la trama, dando cuerpo a algunos personajes.
- Creo que ha sido un acierto el uso de la 2ª persona y la utilización del presente para contar la historia. ¿Cómo se le ocurrió algo tan distinto a la forma narrativa más convencional?
Fue una especie de experimento. No estaba muy segura de poder conseguirlo, pero quería un narrador que conociera la historia, que incluso empujara a la protagonista a hacer algunas cosas o que le hablara como si fuera un pensamiento interno. Tal vez por eso llama tanto la atención y se deja leer de una manera amena y placentera.
- “Guardando las apariencias” tiene una estructura narrativa contada anualmente desde el año 1943 hasta 1965, pero de repente los siguientes capítulos están estructurados en décadas, ¿Por qué ese cambio?
Como recordarás, Cándida Pizarro sufrió de Alzhéimer en sus últimos años y estos enfermos suelen conservar más los recuerdos lejanos que los más recientes. Por eso existe ese gran abanico de acontecimientos sucedidos en su niñez y juventud y luego, al llegar a la madurez, ni ella misma se da cuenta de la velocidad que toman las situaciones que está viviendo. Así, en la última etapa de su vida, no solo su carácter cambia y se olvida de las cosas con más rapidez, sino que incluso los secretos que ella mantenía en su armario de las apariencias quieren salir a toda costa.
-¿Tuvo que sacrificar alguna historia o personaje de las versiones previas que no aparece en la versión final?
No, la escribí de manera fluida, solo me rompía el ritmo tener que recopilar información histórica o alguna duda sobre los acontecimientos que quería narrar
-Ha basado la mayoría de su carrera en literatura infantil y juvenil, ¿cuáles son las diferencias y los pros y contras comparado con literatura orientada a un público adulto?
Me gusta trabajar para ambos públicos y, una vez que estoy metida en la historia, todo se desarrolla de manera fácil. Por ejemplo, si es un texto infantil, mi base es centrarme en la edad a la que va dirigido, porque no es igual trabajar en un álbum ilustrado para primeros lectores que en un libro para niños de diez años o para adolescentes, por ejemplo. Si es una novela para adultos, me sitúo en la temática y en el estilo o enfoque que quiero darle y luego me dejo llevar.
La gran diferencia entre ambos campos es el tiempo, claro, porque no es lo mismo las semanas dedicadas a una novela infantil que los largos meses necesarios para una obra dirigida a los adultos y que posee 200 o 300 páginas, por ejemplo. Pero el interés por conseguir algo bueno es el mismo.
- ¿Que les dirías a esos autores/críticos que opinan que la literatura infantil y juvenil es un producto artístico de segunda o tercera división?
Hoy en día ya comienza a estar desfasada esa opinión, porque es más que necesario fomentar la lectura desde la infancia y hacerlo con obras atractivas y de calidad, lo cual no es nada fácil, a pesar de que pueda parecer lo contrario. Es un género que no solo merece todos los respetos, sino que en él podemos encontrar a grandes escritores en España y en el mundo entero.
-¿Cuándo fue su primer libro publicado?
Fueron dos porque se editaron con pocos meses de diferencia: la novela “Clic-foto”, que ganó el Premio de Narrativa de Algeciras 2005, y “Esto no puede seguir así”, que ganó el Concurso de Narrativa Infantil Vila d’Ibi 2006 y que publicó la editorial Anaya.
-¿Como ha cambiado la realidad del mundo literario en estos años?
En estos quince años creo que, sobre todo, ha cambiado el modo de ofrecer el libro al lector, pues ya no solo existe el formato papel sino también el digital, favoreciendo que las obras puedan llegar a más personas. Sin embargo, y sobre este último punto, quiero mostrar mi repulsa a la proliferación de webs piratas que copian y exponen miles de libros de forma gratuita despreciando el trabajo no solo de los autores, sino también de los libreros, impresores, maquetadores, correctores, comerciales, editores… Además, los consumidores de este tipo de webs también obvian que las obras están sujetas a derechos de autor.
-¿Qué consejo le daría a alguien que es novato en este mundo y quisiera publicar de manera tradicional?
El consejo siempre es el mismo y da igual dónde quieras publicar:
Leer mucho y leer bien. Buenas obras y de varios géneros, porque solo así podremos encontrar nuestra propia voz al darnos cuenta de qué es lo que nos gusta y qué es lo que queremos evitar a la hora de escribir nuestras historias. También hay que observar el mundo que nos rodea, en todo momento, y hacerlo sin juicios de valor, solo posando nuestra mirada en los acontecimientos. Lo cual me lleva a pensar en lo necesario que es el silencio.
De todas maneras, a escribir se aprende escribiendo y… corrigiendo. Hay que corregir mucho y entregar un texto impecable.
-Como última pregunta, teniendo usted una carrera literaria con 23 libros publicados de manera tradicional, ¿qué opina de esa nueva generación de escritores de Wattpad que consiguen publicar solamente por su nombre más que por su calidad?
La verdad es que me acabo de enterar de esta plataforma, ¡no sabía de su existencia! Por lo que acabo de leer sobre ello, parece ser que los usuarios (¡11 millones de usuarios de habla hispana!) escriben, leen y opinan sobre los textos de otros y la plataforma aprovecha esa información para ver qué tendencias y contenidos son viables para la publicación. Con estos pocos datos, solo puedo decir que tal vez comienza a nacer una rama nueva en la literatura, pero habrá que ver su evolución.
-¿Qué consejo daría a esas personas de una generación que le ha pillado fuera de su compresión y no entienden el fenómeno de los escritores “influencers” y “youtubers”?
Bueno, no deja de ser marketing para comercializar un producto, ¿no? En este caso, un libro. Es cierto que de un tiempo a esta parte todo va muy rápido y que hay personas que se adaptan mejor que otras a esta evolución en la que las redes sociales tienen un papel tan importante. Tal vez, en lugar de un rechazo total, la cuestión sea lograr cierto acomodo respecto a ellas (al menos, intentarlo).
De todas maneras, me llama mucho la atención que un libro de poca calidad arrase en ventas solo porque lo promociona un escritor “influencer” o un “youtuber” con miles de seguidores. Y es una pena que grandes escritores, de los que llevan muchos años en el mundo de la literatura, resulten desconocidos porque sus obras no son reseñadas en redes o porque su presencia en ellas es mínima. Siempre debería primar la calidad de los libros.
Muchas gracias Carmela por su tiempo y en concederme esta entrevista y mañana día 12 de enero de este nuevo año 2021 tendréis mi reseña de “Guardando las apariencias” publicada originalmente en la cuenta de instagram.
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